El amor propio no es un concepto nuevo. Tal vez hayas intentado escribirte una carta de amor a ti mismo, llevar una carpeta de cumplidos o logros, o darte regularmente un poco de cariño con una mascarilla facial y una copa de tu vino favorito. Sabemos que debemos querernos a nosotros mismos y se nos dice que aprendamos y practiquemos el amor propio. Pero en un mundo que al mismo tiempo critica la apariencia de las mujeres y nos enfrenta a las demás, el amor propio no siempre es tan fácil como decidir quererse a una misma. Por eso que vamos a repasar maneras fáciles de quererte más.
En realidad, el amor propio no significa mirarte en el espejo y ver mágicamente a Taylor Swift en lugar de los defectos que sueles distinguir o decir «te quiero» a tu reflejo sin creerlo de verdad. Quererte a ti mismo se reduce a acciones: ¿Qué haces cada minuto del día para demostrarte a ti misma que eres adorable, merecedor y digno? ¿Tu trabajo, tus relaciones y las cosas que dices son un reflejo directo de quién eres realmente?
Maneras fáciles de quererte más
Sigue leyendo para conocer algunas maneras fáciles de quererte más.
Conócete a ti misma
Sí, has estado contigo misma cada segundo desde el día en que naciste, pero ¿hasta qué punto sabes realmente quién eres? ¿Sabes lo que amas, lo que te hace feliz y lo que quieres de la vida? Es imposible quererse a uno mismo si no te conoces, así que tómate un tiempo para pensar en qué crees, qué valoras y qué te gusta, e identifica tus puntos fuertes (sobre todo los que han pasado desapercibidos).
Conocerse a sí mismo también significa ser honesto contigo misma: las inseguridades pueden causar ilusiones o puede que se esté autoengañando. Pero el amor verdadero significa honestidad y responsabilidad en tus otras relaciones, así que trabaja en el autoconocimiento dejando de minimizar o poner excusas para que puedas aceptar plenamente todo tu ser.
Háblate a ti mismo como a un/a niño/a
Tenemos un diálogo interior constante que contribuye al amor propio o lo impide. No hay nada más importante para el verdadero crecimiento que darse cuenta de que no eres la voz de la mente, eres tú quien la oye. En otras palabras, la forma en que piensas, te hablas a ti misma y ves el mundo no es necesariamente la que tú eres, lo que significa que puedes ajustarte para que seas más amorosa contigo misma. Puedes cambiar la forma en que te ves a ti mismo cambiando tu diálogo interior.
Para hablarte a ti mismo con más amabilidad y sentirte más optimista, prueba a hablarte como a un niño. A menudo somos más indulgentes, compasivos y cariñosos cuando nos vemos como niños y no como adultos.
Perdónate a ti misma
Un contratiempo común del amor propio es aferrarse a cosas que hemos hecho en el pasado. Tal vez fue un momento embarazoso que te persigue hasta el día de hoy o tal vez fue un error grave que todavía dejas que te defina. Si fuiste infiel en una relación, te despidieron de un trabajo o recuerdas todos y cada uno de los momentos embarazosos desde que eras niño, es posible que te estés aferrando a pruebas de que no eres adorable.
En lugar de eso, fíjate en cómo has cambiado desde aquellos errores o momentos embarazosos del pasado. Date cuenta de que incluso los peores momentos te han hecho más fuerte, más amable y mejor. Sin una relación fallida, no estarías en la actual, y sin un despido, quizá no habrías encontrado una nueva pasión o no estarías donde estás hoy.
Considérate un ser humano en crecimiento, no una recopilación de tus errores pasados. Ten gracia contigo mismo cuando ocurran cosas.